Lector XXIX
“Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos es Dios quien habla con nosotros”. San Agustín
Esta cita de San Agustín resalta la dualidad y la profunda conexión que existe entre la oración y la lectura, especialmente en el contexto de la espiritualidad y la fe. Cuando oramos, estamos expresando nuestros pensamientos, deseos y necesidades a Dios; Es un acto de comunicación en el que tomamos la iniciativa. Es un momento íntimo donde compartimos nuestras inquietudes, agradecimientos y anhelos.
Por otro lado, cuando leemos, especialmente textos sagrados o literatura espiritual, se sugiere que es Dios quien se comunica con nosotros. A través de palabras escritas, podemos recibir sabiduría, consuelo y guía. La lectura se convierte en un medio para escuchar la voz divina, para reflexionar sobre enseñanzas que pueden transformar nuestra vida y nuestra comprensión del mundo.
Esta cita también nos invita a considerar la importancia de ambos actos en nuestra vida espiritual. La oración puede verse como un diálogo activo, mientras que la lectura es un espacio de receptividad y reflexión. Juntos, crean un ciclo de comunicación que enriquece nuestra relación con lo divino. En este sentido, San Agustín nos anima no sólo a hablar, sino también a escuchar, a abrir el corazón y la mente a las enseñanzas que pueden surgir de las páginas de un libro.Ya sea a través de la oración o la lectura, ambas son formas valiosas de profundizar nuestra conexión con Dios y encontrar significado a nuestras vidas.








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